“Dios te salve Reina mi madre por estar siempre a mi lado,
Dios te salve Caridad y Consuelo, Reina de mi Domingo de Ramos”
Una luz me sobreviene desde la ciudad de la mezquita cuando
tú, Señor quisiste poner a la
Reina de los Cielos en esta tierra, el tiempo de espera ha
sido largo, han sido días duros de petaladas y de cruces pero un paréntesis
eterno parece abrirse en la tierra de las catedrales amanece un día de
septiembre y estás tú en ella. El Señor Despojado, sorteando el pellizco de la
soledad, cuenta el tiempo que ha pasado desde que alguien lo colocara en el
centro de su hermandad esperando como siempre el CONSUELO que solo una madre
puede dar.
Hemos esperado un largo tiempo, largo tiempo en el que tu
ausencia ha sido la fragancia del cortejo de la vida de tus hijos, largo tiempo
para que el aire de tu ternura se meta por nuestras venas como un rio
silencioso e imparable pero ahora ya Señora todo se para cuando Tú y mi ciudad
encantada os encontráis en ese momento en el que se traza la alianza que tiene
una madre con sus hijos , en ese momento en el que el cielo se
convierte en un palio azul, tus hermanos los varales de esa tu capilla de plata
andante, San Benito la peana donde tu trono se asienta, el Tormes el manto que
sobre esta tierra roneará, tus costaleros los zancos fuertes que sostienen tu
talle de madre buena y los que te llevaran hasta el mismo cielo para tú no lo
eches de menos, tú capataz será el llamador que con ayuda de los ángeles
mantendrá tu sendero, la piedra dorada de las catedrales será la candeleria que
alumbre la flor de tu hermosura, tu ROSARIO vendrá desde San Esteban donde ya
reinas con tu niño en brazos…Salamanca entera será tu parihuela donde tú,
Madre, la ayudaras a caminar día a día entre sones de campanilleros…y TÚ serás
para nosotros…la única mano tendida, la única calma en el miedo, única muestra
de esperanza, única luz en las tinieblas, única flor de pureza, único CONSUELO
en el llanto, única Caridad en la pobreza, única eres Señora, eso es lo que te
dice este pueblo, en el que tú mi madre, SERAS LA REINA DEL CIELO
“Dios te salve mi señora, San Benito te acompaña…”
Autor: Sergio Carrera